La sangre nueva viene con la calidad de la antigua y con todo un camino por andar.
Juan Habichuela (nieto) es prueba de ello, a su corta edad demuestra gran capacidad a la hora de hacer sonar sus seis cuerdas, con la picaresca del entendimiento y la imprimación de la armonía para acompañar al cante.
El maestro Enrique Morente lo ha cogido de la mano no para ayudarlo a caminar, sino para apoyar su cante en una guitarra con cuerdas nuevas.
Tiene mucho camino por recorrer, un don en sus manos y el flamenco donde beber.